Receta para hacer galletas saladas de jamón

El jamón es el auténtico rey de la gastronomía española. Existen pocos productos tan reconocibles en el mundo por su origen español como el jamón ibérico. A pesar de que la forma más habitual de tomarlo es en lonchas, a modo de aperitivo, su presencia en la cocina es tan extensa que forma parte de guisos, salteados, pescados a la plancha, ensaladas y hasta pequeños bocados como el que hoy te presentamos.

Estas galletas saladas de jamón podrían considerarse como una especie de deconstrucción o versión novedosa de los clásicos aperitivos con jamón, pues su sabor no difiere mucho del jamón con picos que se puede tomar como tapa en un bar o restaurante.

Ingredientes para las galletas saladas de jamón

Para esta receta necesitamos 50 gramos de un buen jamón, por ejemplo Jamón legado ibérico El Pozo. Si no son taquitos tampoco es relevante, pues las lonchas se pueden cortar en trozos pequeños.

Utilizaremos:

  • Jamón
  • 160 gramos de harina
  • 50 gramos de mantequilla
  • Dos huevos o bien una clara y un huevo
  • Una cucharada de tomillo
  • Un poco de leche
  • Sal y pimienta al gusto

Estos son los ingredientes básicos. La receta, como veremos a continuación, es muy similar a preparar croquetas de jamón, pero el toque final es horneado, no frito, de modo que tampoco lleva pan rallado en la preparación.

¿Cómo preparar las galletas saladas?

Para nuestras galletas saladas de jamón necesitaremos en primer lugar una sartén a fuego vivo, intenso. Sin aceite, dejamos que se caliente lo suficiente y a continuación añadimos el jamón en taquitos.

Si son lonchas de jamón, lo mejor es que sean de gran tamaño. Cuando los taquitos estén crujientes, o si son lonchas estas hayan cogido un color más dorado, se añade la harina a la sartén, bajando el fuego, junto con el tomillo. El siguiente paso es añadir la mantequilla en pomada para formar mezcla similar a una bechamel.

Importante, si el jamón está en lonchas, cuando se dore es aconsejable cortarlo con una tijera en trozos pequeños. Cuando la masa está ya en su punto, con el jamón, la harina, el tomillo y la mantequilla ligada, se retira del fuego.

Paralelamente se bate el huevo junto con un poco de leche y se incorpora a la masa para seguir trabajando con ella. La idea es que no quede demasiado uniforme, sino que se puede desmenuzar un poco. Este paso se puede hacer ya con el propio calor residual o bien a fuego muy bajo, pero hay que trabajar bien para integrar todos los ingredientes.

Imagen en la que aparecen los ingredientes para hacer las galletas saladas de jamón

Una vez se obtiene el punto deseado, se retira del fuego la sartén y cuando la masa atempere se envuelve en un papel film, haciendo una bola con ella. Dejamos esperar un par de horas en la nevera, reposando, y cuando pase este tiempo, hacemos las galletas del tamaño que deseemos.

Lo ideas es que sean galletas, no pequeñas croquetas, para que sean uniformes, pues van a ser horneadas y el calor debe llegar a toda la superficie por igual. Con las galletas listas, las pintamos con un huevo batido o una clara y añadimos pimienta y sal al gusto. Desde ahí van al horno que previamente se ha precalentado a 180 grados y dejamos cocinar por unos 15 minutos.

El tiempo que pasan las galletas en el horno va a depender de la potencia del horno. Hay que ir comprobando en ese tiempo que no se quemen, pero deben quedar suficientemente crujientes.

¿Quieres más cremosidad? Añade queso en la receta

Las galletas de jamón son una opción magnífica para sorprender a invitados con un aperitivo salado diferente, pero si crees que pueden quedar un poco secas, o aburridas, otra opción es añadir queso y así ganar en cremosidad.

La dinámica pasa por añadir a la sartén queso crema o bien en la propia masa, cuando ya se esté trabajando con ella, un poco de queso rallado. Incluso si se quiere ganar en intensidad, los quesos azules ofrecen a las galletas un sabor mucho más profundo, pero lo hacen a costa de apagar en parte el del jamón.

Esta misma receta se puede preparar con cualquier otro embutido ibérico: chorizo, salchichón, caña de lomo. No obstante, hay que tener en cuenta que los embutidos y curados del cerdo son muy ricos en sal, así que no hay que añadir de este condimento en exceso.

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