Dentro de los muchos estilos acuñados por los grandes diseñadores, el boho chic ha sido y es uno de los más curiosos. Popularizado casi por accidente sobre la piel de Sienna Miller, un look entre lo bohemio y lo elegante que se adapta a todo. Desde sus variantes más folklóricas e ibicencas hasta su capacidad para personalizarse ilimitadamente.

Cuando la moda unifica los estilos

Igual que la materia, y como base identitaria de cuanto queremos proyectar de nuestros adentros hacia el exterior, la moda nunca se destruye, sino que se transforma. A lo largo de los años, los grandes diseñadores han arriesgado su pericia en la costura en aras de establecer nuevos estilos. En algunos casos, recuperando tendencias o redefiniéndolas para que todo cuerpo y mente encuentre su mejor representación textil. Una labor, en el fondo, demasiado poco reconocida. Sobre todo, teniendo en cuenta que esa misma voluntad innovadora ha conseguido, en no escasas ocasiones, ampliar o incluso democratizar estilos ciertamente endogámicos.

estilo boho chic. Composición de pantalón con chaqueta larga

Y es ese precisamente parte del objetivo del estilo boho chic, cuya aparición y auge a finales de 2005 sobre la piel de grandes celebridades —especialmente, en Reino Unido y los Estados Unidos— como Sienna Miller, Kate Moss o Mary-Kate Olsen, todavía se mantiene vivo en los armarios de muchas mujeres. Echando un vistazo al catálogo de algunas de las tiendas que ofrecen estas prendas como la barcelonesa The Amisy Company, podemos percatarnos de su poder transformador. Un estilo que ha querido unir dos mundos aparentemente antagónicos, concibiendo un exquisito y certero enlace entre la sofisticación y la libertad que nunca pasa de moda.

Boho Chic: entre la bohemia y la elegancia

Como bien reflexionó en su día el polifacético y atemporal diseñador de moda Christian Dior, la naturalidad y la sinceridad pueden crear revoluciones sin haberlas buscado. Eso, precisamente, es lo que sucedió con la actriz británica Sienna Miller tras su aparición en el Festival artístico de Glastonbury de 2004, cuando su indumentaria fruto de las influencias de la bohemia del pasado siglo y el estilo hippie de los sesenta dio mucho que pensar a los amantes de la moda. Si bien la estética del boho chic ha seguido evolucionando y ramificándose a lo largo del tiempo, sentando las bases de un estilo que aún a día de hoy perdura invencible contra el tiempo.

Dejando a un lado sus variantes más arriesgadas, donde este estilo toma también como influencia la moda rock, grunge y gótica, los cimientos del boho chic parten de ese cautivador misterio que radica tanto en la sencillez como en la distinción. En gran medida, se trata de prendas normalmente holgadas, que recuerdan a estilos pasados, pero que, en conjunto, resaltan una estética alternativa y única, pero sobre todo muy cómoda. Razón por la que sus opciones trabajan tanto los looks del día a día como aquellos dirigidos a grandes acontecimientos. Además, abarcando todo tipo de aspectos y edades. Por lo que su alcance es astronómico.

Del estilo ibicenco al folklore rural

Dentro del continuum del boho chic, como se ha mencionado, cabe destacar algunas de sus variantes más popularizadas tanto en la calle como en la alfombra roja. A pesar de que en adelante Miller se alejó del estilo que creó casi sin quererlo, esta tendencia siguió adoptando caminos cada vez más curiosos, pero siempre manteniendo una misma línea. En ese sentido, entre 2007 y 2008, se tomaron como referentes la moda de estilo rural, caracterizada por los estampados florales y a cuadros, pero también por las bandanas para recoger el pelo. Así como, en otro punto, dando cabida a los vestidos blancos asociados a Ibiza bajo la variante de “boho balear”.

Acercándonos a 2010, el estilo boho chic siguió adoptando cambios cada vez más amplios y sofisticados, llegando a influenciar el estilo vintage tan popularizado en nuestros días. Durante su camino de evolución, tomando todo tipo de estilos adyacentes sin apenas distinción, como por ejemplo el estilo glam de los setenta, las florituras del bordado e incluso, para la ropa interior, incluyendo lencería de tintes exóticos. Si bien todo proceso evolutivo gusta de oscilar entre sus extremos para calibrar su medida justa, actualmente el estilo boho chic se ha aderezado dando a luz a una estética minimalista, pero diferenciadora; cómoda, pero también elegante.

Boho chic como punto de partida

En el fondo, y a pesar de todo cuanto dicten las pasarelas, los diseñadores e incluso las revistas de moda, lo ideal es vestir como se plazca. Incluso si cada día optamos por un estilo diametralmente opuesto al del día anterior, la verdadera madurez de nuestra proyección al exterior no es otra que reconocernos sea cual sea nuestra apariencia. Eso sí, a sabiendas de que es innegable que siempre nos sentiremos en una armonía mayor si un estilo, al fin, consigue aunar nuestra esencia en el look definitivo.

Composición boho chic con pantaón baquero azul y chaqueta larga a colores pardos

Pero, para quienes dudan en si amoldarse o no a una moda, o para quienes están en un proceso de búsqueda estética, el estilo boho chic lo abarca todo. Un estilo que puede ser también un muy buen punto de partida hacia otros horizontes de nuestro aspecto. Y, sobre todo, un estilo que se ha abanderado con la difícil bandera de lo imperecedero. En nuestro armario, esperando a sorprendernos con cada nueva evolución.

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