Otras maneras de abordar la crisis del COVID-19

– Artículo de opinión – La incidencia socio-económica que la crisis del Coronavirus está teniendo a nivel mundial está suponiendo unos de los mayores trastornos conocidos en la historia reciente.

Según la definición de SALUD por la OMS (Organización Mundial de la Salud), la salud, NO ES SÓLO LA AUSENCIA DE ENFERMEDAD sino que conlleva un bienestar FÍSICO, PSÍQUICO y SOCIAL.

No cabe duda de que las actuaciones que muchos gobiernos están llevando a cabo sólo se están centrando en el bienestar físico, dejando de lado otros dos aspectos de tanta o más relevancia como son el plano psíquico y social.

La pandemia sigue propagándose a pesar de las medidas extremas que la mayoría de los estados están poniendo en marcha sin mencionar el enorme coste económico que para ellos (los gobiernos) y por ende para sus habitantes, va a suponer para los próximos años (lustros o décadas).

Las actuaciones de la mayoría de los gobiernos ‘del mundo occidental’ se están basando, como narra el castizo refrán español en ´matar moscas a cañonazos´, dictando normas generalizadas cuando desde tiempo ya se sabe con total fidelidad cual es el grupo de riesgo al que el COVID-19 está afectando de manera fatal.

La pregunta es: ¿Por qué se mantienen medidas indiscriminadas cuando ya se sabe con certeza cuál es el arquetipo de infectado con índices de letalidad preocupantes?

 

¿Es tan letal el COVID-19 como nos cuentan?

Las estadísticas sobre la letalidad del COVID-19 están demasiado sesgadas pues no se sabe con certeza el número de contagiados.

El Coronavirus puede no presentar síntoma alguno o serlo muy escaso y de poca o ninguna gravedad siendo este hecho un arma de doble filo.

Por un lado, y volviendo a hacer referencia al sabio refranero español, significa que no es tan fiero el león como lo pintan, pero por el otro, implica que muchos somos bombas contagiosas en potencia sin saberlo.

Según datos publicados por el Imperial College de Londres (ICL), del 30 de Marzo del 2020, el 15% de la población de España podría estar o haber estado contagiado por el COVID-19.

 

¿Por qué se mantienen medidas indiscriminadas cuando ya se sabe con certeza cuál es el arquetipo de infectado con índices de letalidad preocupantes?

Por ejemplo, en España, con datos del gobierno:

letalidad covid-19 por edades en España
Incidencia/Letalidad Covid-19 por edades en España.

Gráfica del 22.03.20 con fuente: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/documentos/Actualizacion_52_COVID-19.pdf

 

Aquí podemos apreciar claramente cuales son los grupo de riesgo y con mayor porcentaje de letalidad que no son otros que todas aquellas personas mayores de 60 años.

¿No sería más razonable que el foco de actuación y los recursos limitados de los que disponemos se centraran en ellos y no de manera indiscriminada en toda la población?

Si aún desglosamos esta gráfica por edades y por sexo como se muestra en la siguiente captura queda aún más patente hacia donde deben ir dirigidos los esfuerzos.

COVID-19 por edades en España
COVID-19 por edades en España.

 

Centrándonos en España, tenemos un total de 11.854.054 habitantes con un alto riesgo frente al total de la población (47.007.367 habitantes) en el que en muchos casos, el índice de letalidad está por debajo de otras enfermedades víricas como la gripe común.

Este es un dato muy global y aún podríamos apuntar mucho más a cual es el arquetipo de la víctima por Coronavirus. Filtrando datos tales como cuales son las patologías previas asociadas, es decir, con los datos que ya se disponen de cuales son las patologías previas que aumentan el riesgo de muerte por infección del COVID-19 como son las personas que previamente presentan patologías crónicas sobre todo de tipo cardiovascular, o bien con factores de riesgo cardiovascular, como son hipertensos, diabéticos y fumadores, y también el riesgo sería mayor en personas con cáncer o con problemas respiratorios crónicos.

Como se muestra en la siguiente tabla elaborada por Elocuencia.org mediante la combinación de datos de diferentes tablas publicadas en el INE (Instituto Nacional de Estadística), el total de personas con un alto riesgo en España de sufrir una grave crisis o incluso la muerte por motivos de infección por COVID-19 serían menos de 5.000.000 de personas sobre las que deberías de recaer la gran mayoría de esfuerzos y recursos.

Ver tabla en PDF

 

 

¿Cómo se podría actuar?

Como ha quedado plasmado en los datos en diferentes países como en Corea del Sur, son más efectivas las medidas enfocadas a los grupos de riesgo y los controles mediante test rápidos.

La solución mientras no se encuentre vacuna es la autoinmunización de la población y para ello se deberían seguir pautas como por ejemplo:

  • Confinar y atender con excelencia al grupo expuesto con mayor riesgo (mayores de 60 años y especialmente a los que presentan patologías previas)
  • Confinar y atender con excelencia al grupo expuesto con mayor riesgo (mayores de 60 años)
  • Extremar la prevención en residencias de personas mayores con turnos a tandas de determinados días de duración y controles a la entrada de cada tanda.
  • Extremar la prevención en centros de salud y hospitales con turnos a tandas de determinados días de duración y controles a la entrada de cada tanda.
  • Instar al resto de la población a mantener las precauciones oportunas como distancia de seguridad, uso de mascarillas, higiene,… y bajo ningún concepto tener contacto con el grupo de riesgo
  • Controlar y contabilizar mediante test rápidos el número de infectados, su gravedad y los casos de inmunizados

Con estas medidas, evitaríamos el parón productivo tan peligroso en el que estamos sumidos y por otra parte, no menos importante, evitaríamos las serias incidencias que el confinamiento indiscriminado está suponiendo para el global de la población y que con certeza se verá reflejado en próximos estudios, como por ejemplo, el aumento de las adicciones, aumento de casos de depresión, ansiedad y suicidios, aumento de casos de muerte por patologías asociadas al sedentarismo (diabetes, enfermedades cardiovasculares,…)(Fuente), acentuación de casos de violencia de género y doméstica,…

Este es un artículo de opinión que no guarda relación alguna con la editorial de Elocuencia.org y sólo se basa en la opinión de quien lo rubrica.

 

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