¿Qué es Astenia? Síntomas, Causas y Tratamiento

La astenia es un término médico que se refiere a una sensación de debilidad, cansancio o falta de energía que puede afectar a una persona tanto física como mentalmente. Es un síntoma muy común que puede ser causado por una variedad de factores, como el estrés, la falta de sueño, la mala alimentación, enfermedades crónicas, trastornos emocionales, entre otros.

La astenia puede manifestarse de diferentes maneras en cada individuo, y puede variar en intensidad y duración. Algunas personas pueden sentir una fatiga generalizada que afecta a todo el cuerpo, mientras que otras pueden experimentar debilidad solo en ciertas áreas del cuerpo, como los brazos o las piernas.

Es importante destacar que la astenia no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma que puede ser indicativo de una condición médica subyacente. Si experimentas astenia de forma persistente o grave, es recomendable que consultes a un médico para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.

En muchas ocasiones este trastorno podría presentarse con el cambio de estaciones en las zonas donde existe una variación climática notable (astenia primaveral, astenia otoñal), aunque también se ha presentado en lugares más cercanos a los trópicos, y en especial parece provenir durante la culminación del invierno y cuando ya entrada la primavera, empiezan a surgir las alergias y los malestares en personas propensas a estas condiciones y se cree que esto es debido a los cambios de la luz, la temperatura, la flora que para estas épocas empieza una abundante producción de polen que flota en el aire causando molestias en quienes la inhalan o tienen contacto con el.

Bajo estas premisas, el cuerpo empieza a sentir un agotamiento y un malestar general acompañado de constipación de la nariz e irritación de los ojos que también puede poner en riesgo el desarrollo de esta enfermedad que por ello también se la conoce como astenia primaveral, más que simplemente astenia. El sueño sería la sensación generalizada en las personas que llegan a padecer este mal pero dormir no es una solución práctica puesto que no se debe a una deficiencia del descanso, sino de factores ambientales y climáticos que están causando estragos en el organismo de una persona.

 

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Existen testimonios según los cuales dicen que la astenia puede resultar parecida a tener una resaca luego de una noche de ingesta de bebidas alcohólicas, con un leve mareo, dolor en los músculos y cefaleas, malestar general, incomodidad en cualquier posición o dolor en las articulaciones que impiden un desempeño óptimo en las tareas cotidianas, sin embargo los síntomas no siempre son los mismos en todas las personas.

Las personas que más se ven afectadas por esta enfermedad, curiosamente, son las mujeres. El número de personas que han sido registradas padeciendo astenia es mayor en las mujeres que en los hombres.

Cuando se presenta la astenia, no necesariamente es debido a que se estuvo realizando un gran esfuerzo físico o mental, puesto que la astenia primaveral se podría manifestar incluso después de una noche larga de sueño y descanso, dando cuenta de la patología de la enfermedad que se presenta sin avisar y casi siempre durante la primavera o incluso podría extenderse al otoño. Y puede producirse también por estrés o ansiedad, por ejemplo, si se ha tenido un problema laboral pero este no implicaba un gran esfuerzo físico, podría darse una especie de aletargamiento posterior a este conflicto que puede darse a lo largo del día o luego de dormir en la noche y viene acompañado por un sentimiento de depresión.

 

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De todos modos, no siempre se debe a una situación psíquica debido a que también existen otras enfermedades que podrían facilitar el surgimiento de la astenia en cualquier época del año como puede ser alguna afección cardíaca o pulmonar o en cualquier caso una infección cutánea, estomacal o de vías urinarias, pero si la astenia relacionada con estas enfermedades aparece, significa que es más aguda y levemente más difícil de tratar que la astenia debido a un contexto psíquico antes que físico, esto podría ser a causa de que si la astenia se presenta por fatiga mental y de manera extendida, el tratamiento tiene que ver únicamente con la astenia, sin embargo, sí la astenia se da de manera orgánica, es decir, de manera condicional a otra enfermedad, entonces el caso tiene que ser tratado a partir de la enfermedad concerniente como prioridad para luego dar paso a un tratamiento de astenia en caso de que sea necesario y esta se prolongue más allá de la enfermedad anfitriona.

La astenia se presenta en personas en cualquier estación o mes o día del año, pero de manera aislada, mientras que en la primavera se reportan mayor cantidad de casos con síntomas visibles de fatiga y cansancio en mujeres más que nada y en hombres también pero en menor medida, quizás por una cuestión hormonal, aunque no se han dado pruebas concluyentes de esta afirmación.

Además como se menciona anteriormente, el sueño no tiene por qué ser una cura aunque si es importante respetar los horarios y la cantidad de horas de sueño que se tiene así como la realización de actividades físicas y la adopción de una dieta adecuada que logre equilibrar el organismo.

 

¿La astenia primaveral u otoñal es lo mismo que la astenia es sí?

La astenia primaveral y la astenia otoñal son términos que se utilizan para describir la sensación de cansancio, debilidad y falta de energía que algunas personas pueden experimentar durante los cambios estacionales, en la primavera y el otoño, respectivamente.

Aunque ambos tipos de astenia tienen síntomas similares, no son exactamente lo mismo. La astenia primaveral suele ocurrir al comienzo de la primavera y se asocia a menudo con la adaptación del cuerpo a los cambios climáticos y de luz después del invierno. Mientras que la astenia otoñal suele ocurrir al comienzo del otoño y se asocia con el cambio de hora y la reducción de las horas de luz solar.

En ambas situaciones, la astenia puede ser resultado de la adaptación del organismo a los cambios ambientales, pero también puede estar influenciada por factores psicológicos y de estilo de vida, como la dieta, el sueño, el estrés y la actividad física.

Es importante destacar que la astenia estacional suele ser un problema temporal y que, en general, no requiere tratamiento médico específico. No obstante, si los síntomas persisten o son graves, es importante que se consulte a un profesional de la salud para descartar cualquier otra condición subyacente.

 

Síntomas de la astenia

La astenia, en ocasiones llamada también como astenia primaveral, se manifiesta no solamente durante esta estación climática del año sino que puede estar presente en cualquier época si las causas son suficientes para diagnosticarla como tal.

Algunos de los síntomas de astenia pueden ser parecidos a la fatiga crónica o a otros padecimientos, sin embargo se la puede diferenciar a partir de un diagnóstico médico adecuado y realizado por una persona calificada para ese asunto.

Pero lo primero que se debe tomar en cuenta es la sensación general de fatiga, como si se tratara de un día en el que no se ha comido nada y se ha realizado un gran esfuerzo, una sensación que drena la energía y desmotiva a la persona pues el cansancio es generalizado y da una sensación de extenuación, además también se ven mermadas las funciones intelectuales, es decir que la mente también está cansada como si en medio del día se sintiera una gran pereza que evita que los pensamientos se concreten, hay una falta de concentración para las tareas del pensamiento que normalmente son fáciles y requieren muy poco esfuerzo, además existen una disminución en la vigilia lo cual provoca una atenuación de los reflejos, tanto como mareo y se percibe el mundo de manera extraña y ajena.

 

 

Este cansancio se debe a una alteración en el metabolismo de la persona y no tiene una explicación lógica a primera vista, es decir que la persona no se puede explicar como es que está cansada a pesar de haber descansado durante un largo tiempo y con síntomas que no desaparecen aunque el descanso se realice posteriormente al cansancio o la fatiga que se desarrolla.

Se siente también una desmotivación extendida que pueden también desembocar en alteraciones en el comportamiento e incluso a ser percibidos por otras personas con una personalidad diferente, también disminuye el deseo sexual causando impotencia en los hombres y frigidez en las mujeres.

Se puede perder el apetito sin ninguna razón lo que obliga a la persona a comer poco, empeorando el cuadro de síntomas y en ocasiones se puede sentir una pesadez en las piernas que no va a acompañada de entumecimiento sino más bien de la incapacidad de levantarlas con la fuerza habitual que se utilizaría para tal actividad que se realiza normalmente y a diario.

La sensación de querer descansar se prolonga mucho, incluso si ya se descansó, al levantarse la persona que sufre de astenia tendrá todavía la necesidad de volver a la cama casi inmediatamente después de haber terminado su período de descanso, ya sea esta una siesta o una larga noche de sueño, incluso a veces se puede experimentar fiebre por la tarde en un día en que no se haya dormido durante el día para reponerse, y esto sucederá por algunos días consecutivos aunque no se padezca de ninguna otra enfermedad, por esto se corre el riesgo de desempeñar de manera insuficiente las actividades diarias sean de trabajo o de estudio haciendo que los esfuerzos que normalmente no toman mucho del vigor cotidiano, ahora sean algo tedioso y cansado que no solo afecta en la parte física sino que desmotiva al paciente puesto que se siente derrotado ante cualquier actividad que implique un esfuerzo mayor del que normalmente hace, y esto también tiene que ser explicado a los familiares del paciente pues a veces es incomprensible que se niegue a hacer tareas normales o que no las cumpla de manera cabal, así como a quien tenga a cargo a esta persona en el lugar de trabajo para así lograr la comprensión de la enfermedad y la falta de eficacia en las labores.

Pero si la astenia se vuelve crónica, es decir que a pesar de los tratamientos, sigue apareciendo constantemente, entonces se pueden encontrar otros síntomas que son más graves que los anteriores, pues estos síntomas pueden ser tratados simplemente con una buena alimentación y actividad física, sin embargo si la afección se convierte en crónica los tratamientos también se vuelven más exigentes para el paciente y su familia.

Los síntomas graves pueden incluir alergias que se pueden dar a nivel respiratorio o alergias en la piel como urticaria y otros, dolor agudo en las articulaciones, erupciones en la piel que pican y molestan al paciente, dolor en el vientre medio bajo y en el estómago, dolor en los ganglios ubicados en el cuello y las axilas, fiebre permanente, trastornos mentales como desordenes en la personalidad y cambios de humor repentinos, ataques de depresión o de ira. Sin embargo estos últimos síntomas no son tan frecuentes como los anteriores.

 

Causas de la astenia

La astenia se manifiesta como una fatiga tanto física como mental que limita al cuerpo para hacer las actividades diarias cotidianas y un esfuerzo leve podría cansar a quien la padezca, y como hemos dicho son factores climáticos y en ocasiones orgánicos los que causan la astenia, siendo la primavera la estación o época del año en la cual más se reportan casos de astenia. Sin embargo existen otras causas que se pueden enumerar para tener conocimiento de como prevenir esta enfermedad o al menos tener un plan para poder disminuir los síntomas más agudos de esta condición.

Como se ha dicho, la astenia primaveral tiene una estrecha relación con el cambio de estación y la adaptación del cuerpo humano a los cambios tan drásticos que se dan del invierno, en el cual el sol está oculto o al menos no llega a calentar lo suficiente una zona causando frío en el ambiente, también las plantas tienden a detener su desarrollo normal frente a la falta de luz suficiente. Es así que la astenia podría estar relacionada con la llegada de la primavera porque el calor empieza a pronunciarse y el sol empieza a tomar fuerza para calentar el área y para que las plantas empiecen a desarrollarse con normalidad, entonces el organismo, que gracias a nuestra gran capacidad de adaptación, se había acostumbrado al frío y a la falta de luz, ahora con un drástico cambio puede empezar a descompensarse y a funcionar de manera distinta, como por ejemplo: si en el invierno el cuerpo guardaba las energías para poder contrarrestar el frío, en la primavera con la temperatura en ascendencia, la energía calórica ya no es necesaria y se desgasta haciendo que se sienta una fatiga que dejaría al cuerpo cansado y a la mente agotada de la misma manera. Sin embargo, no significa que el cuerpo esté realizando un esfuerzo grande o que el afectado esté realizando actividades físicas agotadoras, puesto que la astenia es causada por otro tipo de factores.

 

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El estrés también podría ser una causa de la astenia, que no necesariamente se presenta durante la primavera y es de notar que si se siente fatiga, tampoco significa que se padezca de astenia y siempre será importante la visita a un médico para que realice un diagnóstico diferencial de la astenia para así descartar otras posibilidades a partir de los síntomas que se presenten y de las causas que puedan generar esta enfermedad. Además el estrés también podría estar causando depresión y de esta manera producir un desequilibrio en el organismo que al mismo tiempo podría generar el aparecimiento de la astenia por estas causas psíquicas que podrían agudizarla.

Asimismo, los factores físicos también juegan un papel determinante para causar la astenia y esto se manifiesta como un cansancio persistente que podría estar ligado a una infección que podría ser una afección en la piel, una infección estomacal que siempre conlleva un malestar generalizado, una infección de vías urinarias, o alguna infección en cualquier parte del cuerpo que hace que el organismo actúe de manera distinta y que a mediano plazo podría hacer que se de la astenia con síntomas acentuados incluso después de haber curado la primera enfermedad, entre las cuales también se puede contar la anemia, la hepatitis y otras enfermedades que impliquen un importante desgaste de energía o la inadecuada absorción de la misma.

Para diagnosticar de manera eficaz la astenia hace falta presentar los síntomas principales de la enfermedad que son el cansancio y la fatiga mental a pesar de que no se ha realizado actividades inusuales en la vida de la persona afectada y que se siente como un adormecimiento general y falta de ánimo para realizar las actividades diarias, sin embargo es importante que luego de esto, si no se ha conseguido una mejora mediante un tratamiento natural, entonces hace falta la visita al médico para que realice los exámenes correspondientes y que de acuerdo a una historia clínica que facilite la detección de un antecedente, sin necesidad de realizar excesivas y extenuantes pruebas que desgastan tanto al paciente como al médico, para que también exista un diagnóstico diferencial que pueda descartar otras posibilidades como simplemente fatiga crónica o depresión. Entonces se realizan diferentes exámenes para determinar el origen de la enfermedad, pero para la astenia no existen análisis específicos para ello, por lo que depende del médico calificado y de la historia clínica del paciente para determinar los mismos, así como el tratamiento que se va a seguir también dependerá del diagnóstico y de las causas de la astenia.

 

Tratamiento de la astenia

La astenia produce un cansancio generalizado en quien la padece y funciona de distintas maneras en el organismo del ser humano, pero en general, la vigila es la más afectada. La vigilia es el estado en el que el cerebro se encuentra consciente y la persona posee todas sus funciones cognitivas en fase activa así como la percepción de la realidad en completo entendimiento, de la misma forma, el metabolismo funciona de distinta manera durante la vigilia. Sin embargo cuando una persona tiene astenia, el centro de la vigilia que se encuentra en el tronco central del cerebro, se encuentra funcionando de manera deficiente y al mantenerse de esta manera causa el cansancio mental y por lo tanto también un funcionamiento metabólico distinto al normal, haciendo que se desarrolle la astenia que se forma como fatiga tanto en las actividades del cuerpo como de la mente y haciendo que la persona no esté del todo alerta ni con un semblante adecuado, y presentando síntomas muy diversos en distintas personas o incluso de manera diferente en casos distinto sobre la misma persona, que van desde los dolores musculares y de articulaciones, hasta la fiebre vespertina, pasando por episodios de desordenes de personalidad, impotencia, falta de apetito sexual, entre otros.

 

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En realidad no existe un solo tratamiento o uno que sea efectivo todas las veces en una persona o grupo de personas que sufran de astenia, puesto que la enfermedad tiene causas distintas y puede ser tratada de manera integral al cambiar los hábitos de la persona, al menos hasta que hayan cesado los síntomas, sin embargo es muy recomendable evitar los malos hábitos alimenticios y sedentarios pues las prácticas saludables ayudan a la persona a no enfermarse. En cualquier caso, el descanso la mayoría de veces, no es la solución adecuada pues simplemente irse a dormir o a recostarse tendrá el mismo resultado que no hacer nada al respecto. La astenia tiene un mecanismo de acción distinto al de la fatiga y aunque se sienta uno cansado, lo mejor es ir a dormir dentro del horario establecido normalmente, lo cual casi siempre es en las noches y dependiendo los hábitos y la edad del paciente, también se recomendarán un cierto número de horas de sueño para que al mismo tiempo el metabolismo pueda empezar a funcionar naturalmente para curar la astenia y evitar que la falta de ánimos envíen a la cama al enfermo que al realizar el descanso fuera de horario no recuperará el vigor.

 

La dieta es sumamente importante pues la alimentación es aquello que provee de energía al ser humano y a través de la ingesta de ciertos alimentos es que se logra equilibrar el organismo para seguir adelante. Es bueno comer cereales y granos que logren dar al cuerpo una buena fuente de fibra y energía que se libere paulatinamente durante las jornadas diarias de actividades, la fruta también es una buena fuente de energía ya que contiene fructosa que dará un rápido alivio al cansancio tanto físico como mental y así poder estar activo cuando los ánimos hayan disminuido. Es importante también tener un horario para las comidas y cuando se padece astenia, lo ideal es alimentarse cinco veces al día con refrigerios entre el desayuno y el almuerzo, así como entre el almuerzo y la cena, que pueden consistir en frutas con yogur o un jugo de pulpa, zumo de naranja con un sándwich, más una dieta balanceada de tres comidas que sean saludables con carnes en cantidades razonables, vegetales y verduras frescas; pero siempre evitando el consumo excesivo de grasas, en especial las saturada, y los azúcares refinados que pueden aparentar una carga de energía instantánea, pero es una energía que se agota igual de manera rápida y dejan al cuerpo aún más cansado.

 

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Entonces, mientras las comidas son la base, el ejercicio físico será la piedra angular del tratamiento, pues tiene que ser constante y necesario para que el cuerpo se llene de vitalidad así como la mente se disperse del estrés que podría estar causando la astenia. Así el tratamiento se verá complementado y en poco tiempo el organismo una vez más estará funcionando con normalidad. El ejercicio puede consistir en aeróbicos, deportes, trotes matutinos, etcétera, y si se considera que el cuerpo del paciente no puede resistir el ejercicio abundante, entonces se debe optar por un acondicionamiento físico previo, pero siempre realizar actividades físicas para contrarrestar cualquier síntoma de astenia como tratamiento.

«Las comidas son la base, el ejercicio físico será la piedra angular del tratamiento de la astenia».

 

Los tratamientos de astenia con fármacos no son tan útiles como los tratamientos naturales, que reactiven el funcionamiento normal del metabolismo y regulen el cuerpo de manera integral.

 

¿Son recomendables los complejos vitamínicos para tratar la astenia?

El uso de complejos vitamínicos para tratar la astenia dependerá de la causa subyacente del síntoma. En general, si la astenia se debe a una deficiencia de vitaminas o minerales, los complejos vitamínicos pueden ser beneficiosos.

Sin embargo, si la astenia se debe a otros factores como el estrés, la ansiedad, la falta de sueño o problemas médicos, es poco probable que los complejos vitamínicos sean efectivos. En estos casos, es importante abordar la causa subyacente para tratar la astenia.

Es importante destacar que el uso de complejos vitamínicos no debe sustituir una dieta equilibrada y saludable. Una dieta adecuada puede proporcionar al cuerpo todas las vitaminas y minerales que necesita para funcionar correctamente. Si se tiene una dieta equilibrada, el uso de suplementos vitamínicos puede no ser necesario y en algunos casos, puede ser perjudicial si se consume en exceso.

Si se considera el uso de complejos vitamínicos, es recomendable consultar a un profesional de la salud para determinar si es necesario y cuál sería el adecuado para la situación. No se debería tomar suplementos sin supervisión médica ya que pueden interactuar con otros medicamentos y tener efectos secundarios.

 

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